Es que sucede así...

Es muy noche...las luces de neón imitaban a esos ojos que nunca debieron apagarse. La soledad invade el único refugio que puede encontrar en esos momentos: "No pasa nada", era la único que retumbaba en su mente.

De pronto el sudor frío...el ritmo cardíaco iba en aumento, empezaba a tener sed, pero tenía que llegar lo más antes posible, la salvación la tenía en su mano. Se detuvo frente a la puerta, insertó la llave con mucho cuidado, sus nervios le traicionaban; pero ya era grande: "Sé que puedo hacerlo"; seguí repitiéndolo hasta creéselo, después de todo sólo sería poruna noche.

Encendió las luces, silencio. "Hey, ya estoy aquí. Sal...tenemos que hablar", ironía.

EL sonido del viento que provocaba un baile sicodélico y sin ritmo a las cortinas eran la única respuesta. Desde pequeña le tenía miedo, no tenía alternativa, aquellos años donde le cumplía todos los caprichos habían terminado, el recuerdo de todas esas cicatrices que no sanan dentro del alma le traen de nuevo esas lágrimas llenas de ira contenida, impotencia.

No lo soportaría más. Y se asomó aquella que el dolor había sembrado, tenía la misma mirada desafiante, la sonrisa de maldad, no dijo una sola palabra, el solo mostrarse era suficiente.

Esa noche no sería la misma, empezaron a perseguirse, caían las cosas como si fueran lluvia torrencial. De pronto, en el librero estaban los papeles, unos libros de Vargas Llosa y Jaime Bayle, una daga, el révolver del abuelo, más papeles; pero...el arma mortal lo tenía en el bolsillo derecho.

Se escondió detrás de la puerta de la cocina, sentía el repirar entrecortado, se agachó para hacerle frente y...

--- "¡Haruka, ven a la cama y deja de que Hotaru duerma, es hora!", mientras se asoma hacia ellas.
--- "Pero mamá, papi me está contando una buena historia", mientras hace un puchero.
--- "No estarás contándole...", le toca el hombro con una mirada de enfado.
--- Una sonrisa nerviosa: "No para nada, pero mamá tiene razón, así que lo dejamos para mañana, te parece, linda"
--- "Esta bien, pero incluirá un delicioso helado de fresa y menta", poniendo ojitos de borrego.
--- "Ruka, entonces para mí también así nos cuentas a ambas", lo decía mientras arropaba a la pequeña y le daba un beso de buenas noches.
---- "Pero...bueno, no creo que me quede de otras. Buenas noches", le daba un beso en la frente a la niña que cambió sus vidas y los unió como familia.

Salieron rumbo a su dormitorio, pero algo inquietaba a aquella ninfa: "Haruka, dime que historia le estabas contando". "Curiosa?". "Obvio".

Respira profundamente:"eso lo tienes que sacar a la fuerza". "No me será tán difícil sabes", una sonrisa maliciosa se dibujaba en su rostro mientras acercaba su nariz hacia el cuello de su amado.

El mismo escalofrío, el sudor frío, no aguanto más: "Esta bien...le estaba contando eso de la nomsaois"

"¿Qué dices?, no me gusta cuando hablas entre dientes, repítelo". "Pero...ahhh esta bien, era la historia cuando maté a...". "Espera, no me digas que...lo de esa noche", estaba algo perturbada.

"Pues, sí. Ya no quiero hablar de ello, voy a tomar una taza de café". Han pasado mucho tiempo y no lo olvidaba: "Cielos...Haruka, sigues con ese trauma". Luego una voz: "Michiru!!...puedes bajar, es que...". Ella entendía: "aún no olvida cuando mató a esa rata, mi pequeña infantil jajajaja"

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A que no la atinaban...jejeje que puedo decir...me nació hace un momento y para no dejar ir a la imaginación. En fin. ya saben críticas y todo lo demás les esperaré

jaja esta buena.... uno ya queriendo llamar a la policía y jajaja me gusto

La cortaste en la parte exacta para dejar a todos con un suspenso que pesa...xD
Bueno espero le continues besos!

jejeje si nos dejaste en suspenso, ahora a esperar!